Se refiere a las cartas comunes que se colocan boca arriba en el centro de la mesa durante una mano. Estas cartas son compartidas por todos los jugadores y se utilizan en combinación con las cartas ocultas de cada jugador para formar la mejor mano de póquer posible. El board consta normalmente de cinco cartas comunitarias, con varias rondas de apuestas que tienen lugar a medida que se revelan cartas adicionales (el flop, el turn y el river). La combinación final de cartas ocultas y comunitarias determina la mano ganadora de una partida de póquer.