Ocurre cuando todos los jugadores de la mesa se retiran a la big blind sin que nadie iguale o sube la apuesta de la ciega grande. Como resultado, el jugador en la posición de ciega grande gana el bote sin más acción ni competencia. A menudo se considera una ventaja para el jugador en la ciega grande, ya que le permite recoger las apuestas pequeñas de cada jugador sin tener que jugar la mano o arriesgar sus fichas.