Es una situación en la que sólo intervienen dos jugadores en una mano o en una partida. Puede darse en varios contextos:
Las situaciones de mano a mano requieren una estrategia diferente en comparación con los escenarios multijugador, ya que los jugadores tienen que ajustar sus tácticas a la dinámica de enfrentarse a un solo oponente. A menudo implica un juego más agresivo y requiere un conocimiento más profundo de las tendencias y el estilo de juego del rival.